Con la tecnología de Blogger.
PiquEnlaces
Piqueitos
- Animales (1)
- Chica PiqueoCaliente (3)
- Chistes (1)
- Ciencia (5)
- Cine.. (13)
- Curiosidades (19)
- Debates (4)
- Deportes (6)
- El rincón de la inspiración (2)
- Encuestas (1)
- entrevistas (2)
- Farándula (5)
- Futbol (16)
- Internacional (1)
- Internet (2)
- Literatura (12)
- Música (3)
- Nacionales (1)
- Notas Periodísticas (17)
- Peliculas (5)
- Política (2)
- Redes Sociales (5)
- Religión (1)
- Salud (3)
- Tecnología (4)
- Telefonía Móvil (3)
Piquefans
PiqueoMusic
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Buscando a Angélica…
Un hombre elegante caminaba por las calles de Hollywood, se detiene en una joyería. La muchacha de la tienda fija la mirada en aquel hombre. ¿Quizás podría comprarle algo? Mario, el hombre elegante se sentía observado, volteó a ver a la persona, que lo intrigaba. Al percatarse de que estaría siendo observado por una muchacha hermosa, decidió entrar a la joyería.
Hola, ¿En qué le puedo ayudar?-dijo Paula, la muchacha que atendía. Mario miraba las joyas sin mencionar palabra alguna. Paula dejó que este mirara, así tendría más tiempo para ver qué joya compraría. Buenos días, señorita. ¿Cuánto vale su tiempo?-dijo Mario. Mi tiempo vale más que estas joyas, ¿Por qué lo pregunta?-respondió Paula. Quiero hacerle una propuesta, yo le pago por su tiempo, solo tiene que escucharme.- asintió Mario. Paula se sentía extraña, ¿Por qué alguien querría pagarle por su tiempo? Ella necesitaba ese dinero, no podría rechazar esa propuesta. Acepto –dijo Paula, aun con dudas. Mario comenzó a contar la historia, que siempre lo traía triste. El abandono de su mujer, que no dudó en dejarlo sin ninguna explicación. Ahora él estaría buscándola, pero tendría que destruir mundos.
¿Destruir mundos?-dijo Paula riéndose. Es enserio, muchacha. Tengo que destruir mundos ¿Quizás tú seas uno de ellos?-asintió Mario, amenazándola con una pistola en la costilla derecha. Paula asustada le pidió, que no dispare. Mario prometió no disparar, pero al menor intento de escapar o pedir auxilio, él dispararía. Tratando de cumplir con este pacto, Paula decide sentarse al costado de Mario. Contarle que ella también sufre por amor, trata de contar una historia triste, para que él se apiade de ella y no la mate.
Cerca a la tienda, pasa una pareja de ancianos. La mujer mira fijamente, al parecer se dio cuenta que algo extraño está pasando dentro de la joyería. La conversación cada vez se vuelve más extensa. Mario encuentra una razón más para destruir el mundo de Paula. Ella está sufriendo por amor al igual que él, pero para ella parecía no haber solución. Con la muerte de Paula, evitaría su sufrimiento de mujer masoquista, también daría un aviso al mundo de Angélica, su mujer. Así esta se daría cuenta, que aun la sigue amando y que no piensa reprocharle por haberse ido con otro hombre.
El Samozashchita Bez Oruzhiya, o Sambo como se le conoce entre los rusos, es el arte de matar rápidamente con las manos sin que la víctima se dé cuenta de lo que está sucediendo. Esta misma técnica fue la que utilizó para matar a Paula. Después de todo estaba cumpliendo con su palabra, no disparó. La dejó recostada en la banca. Salió de la tienda con cuidado para que nadie lo viera.
A pesar del dolor de cabeza, estaba feliz. Lo había conseguido. Y estaba más feliz todavía porque había liberado el alma de ese cuerpo frágil, de ese espíritu incapaz de reaccionar ante los abusos de ese cobarde. No podía perder tiempo, debería buscar su siguiente víctima.
Fragmento del libro el vencedor está solo (Pablo Neruda)

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario