La amistad es algo muy raro, más aún que el amor. Es por eso que hay que conservarlo como tesoro, pues no se volverá a presentar en tu vida. La amistad entre hombre y mujer existe. Si tienes una enamorada(o) ella también es tu amiga, eso es fundamental en una relación.

Pero una amistad entre personas de sexos opuestos sin que tengan más vínculo que el amical es casi imposible, sin que esté presente una inevitable atracción.

Por naturaleza el hombre y la mujer se atraen, se seducen, y eso jamás dejará de existir. Quien diga: “es mi amiga y no pasa nada”, es una vil mentira. Si aquella mujer le diera una ínfima luz de interés hacia él, éste iría a su encuentro de inmediato, pues la atracción está ahí y solo espera el momento exacto para salir a flote.

Obviamente que si tienes una amiga con la cual no frecuentas mucho, y que la ves muy circunstancialmente, las posibilidades de atracción se reducen considerablemente. El debate empieza cuando tienes una amiga(o) a la cual ves todos los días y compartes todo, aquí el asunto, compartes todo con ella. La atracción es mucha y, aunque ella esté comprometida, si es hermosa te gustará. Y si deja a su enamorado y ves alguna posibilidad de tener una relación con ella, pues aprovecharás esa posibilidad.

El hombre interactúa mejor con otro varón que con una persona del sexo opuesto. Este concepto se ve reforzado en el lenguaje que un chico habla con un amigo, es diferente al que utiliza con una chica. También es diferente la delicadeza con la que trata a una chica, el cuidado en hacer tal o cual cosa, pues si dice una lisura por ejemplo, ella podría molestarse. Es por todo esto anterior que un hombre se siente más a gusto con un amigo varón que con una amiga.

La mujer de igual forma. Ellas no se sienten cómodas contándoles todo a un amigo varón, pues hay cosas “de mujeres” que sería imposible que les cuenten.

Si tienes una enamorada que su mejor amigo es varón, preocúpate, pues aquel hombre no camina al lado de tu chica por pura amistad.