Para la mayoría, lo que sucede en el país Nipón es un golpe de la naturaleza, sin embargo para algunas personas lo ocurrido es un castigo divino. Una mujer que se había parado a costado mío en una tienda para casualmente comprar un mismo producto, comenzó a hablar sobre el tema del momento, la desgracia en Japón, me parece bien, se lo merecen por adorar a Buda, un dios falso y sus imágenes, nuestro Dios ha decidido castigarlos¸ Jehová sabe lo que hace. Lo dijo cuándo me miraba fijamente, no logré pronunciar palabra, pero asombrosamente hubo quienes asintieron a tal insensibilidad.

El tema de la religión para muchos es uno de los más delicados y difíciles de enfrentar. Siempre se ha hablado de que cada quien es libre de elegir la religión que le parezca, total es una manifestación, un elemento esencial de la identidad cultural de muchos pueblos, tan importante para algunos como lo es la vida misma, esto se debe a que la religión es un escape y un alivio de saber que nuestra existencia tiene un sentido y que después de la vida quizá hay algo más.

Pero hasta qué punto pueden llegar las acciones que en nombre de un Dios se llega a hacer, esto es difícil de decir, quizá en nuestros tiempos no haya conflictos que incluyen guerras entre diversas religiones, pero las hay con discriminación entre estas.

Lo que nos enseñan en una escuela pública es el curso de religión (la católica) y entre sus enseñanzas también nos dicen que Jehová es el único dios, que hay detrás de estas simples palabras, acaso no nos hace preguntarnos si nos están imponiendo Fe al dios de la mayoría en un país que supuestamente es libre, a mi parecer este curso debería ser desterrado de los colegios públicos así como ya lo está en algunos colegios privados, con el fin de evitar exclusión, ya que constituye un obstáculo para la multiculturalidad y en vez de eso enseñarnos un curso que nos muestre la historia de las diferentes religiones y así poder elegir con libertad en que creer, ya sea Jehová, Buda, Ala, el Dios del Sol… o quizá ninguno.